Alejada del bullicio de su vecina Ibiza, Formentera se caracteriza por una agradale sensación de calma y serenidad, potenciada por su omnipresente horizonte marítimo que de despliega a lo largo de nuestra mirada.
Actualmente residen en ella unos 8.000 habitantes repartidos a lo largo de 82 km cuadrados entre sus núcleos urbanos: Sant Francesc Xavier (capital de la isla), Sant Ferran de Ses Roques, El Pilar de La Mola, Es Pujols, La
Savina (el puerto de la isla), Es Caló y áreas rurales (vendas) donde existen gran número de viviendas unifamiliares dispersas: Es Cap de Barbaria, Es Carnatge, Torrent de S´Alga y Can Parra entre otros.
La principal actividad que sirve de motor al resto es el turismo. Los visitantes llegan a Formentera atraídos por sus playas, sus valores naturales, su tranquilidad y sus reminiscencias hippies heredadas de aquellos que a lo largo de los años 60 y 70 encontraron en aquella -por entonces- isla anclada en el pasado y sus amables y tolerantes habitantes un medio idóneo donde alejarse del convulsionado mundo que les rodeaba y vivir en paz y libertad.